En el siglo XIII, el dolce stil nuovo italiano da un paso más en el proceso de idealización de la mujer . Guido Calcavanti presenta a una mujer cuya belleza supera la hermosura de la naturaleza:
“En vos están las flores y el verdor
Y todo lo que luce y es hermoso;
Más que el sol resplandece vuestro gesto:
Nada vale aquel que no os conoce.
Ninguna criatura hay en este mundo
Tan llena de placer y de belleza;
A quien de Amor se recela, lo incita
Vuestro bello rostro a que lo quiera (…)”
Dino Frescobaldi habla de la angélica figura de la mujer, dando nombre al tópico de la donna angelicata. Para estos poetas florentinos la mujer ya no es un simple ser humano, porque su belleza es proyección de la divinidad (¡¡¡¡he aquí la influencia de Platón!!!!!):
“Al veros, en el hablar y en el rostro
Me parecéis angélica figura;
Sobre cualquier corazón mortal tenéis
Incontables virtudes, no sé cuántas:
Creo que en vos están todas reunidad,
Pues sois tal milagro de belleza;
En vuestros actos tan noble os mostráis,
Que se enamora quien esté delante. (…)”
Se inicia entonces un camino de divinización de la amada que cristalizará en el arte renacentista, tanto en pintura como en literatura.
Guido Guinizzelli no solo presenta a una mujer adornada de belleza angelical, sino que posee la virtud de hacer mejores a quienes con ella cruzan sus vidas:
“Quiero en verdad alabar a mi dama,
Y compararla a la rosa y al lirio:
Más que el lucero al alba brilla
Y supera lo más bello del cielo.
El campo y el aire a ella comparo,
Las flores con su color, amarillo,
Rojo, oro, azul, y la alegría:
Incluso Amor por ella se mejora.
Gentil y bella pasa por la calle;
Si saluda, destruye todo orgullo;
Hace de nuestra fe a quien no cree;
No se le puede acercar el vil
Y tiene, además, otra virtud:
Nadie desea el mal mientras la ve.
Dante, en su Vita nuova, también presenta a una mujer adornada de belleza y virtudes casi divinas, pero incorpora una novedad: la amada tiene nombre y biografía propia. El poeta sitúa a Beatriz, tras su muerte real en el Paraíso con el mismo Dios. La amada se ha reintegrado al que es su lugar natural, pues su vida terrenal estuvo dominada por la humildad y la bondad:
ASÍ PUES BEATRIZ ESTÁ EN EL ALTO CIELO.
en el reino donde los ángeles tienen paz,
y está con ellos, y a vosotras, damas, ha dejado:
no nos la llevó la cualidad del hielo
ni del calor, como con otras hace,
mas sólo fue su gran benignidad;
porque, resplandeciente de humildad
cruzó los cielos con tanta virtud
que maravilló al eterno Sire,
tanto que un dulce deseo
lo llevó a llamar tanta salud,
y hacerla a subir a él desde aquí abajo,
porque veía que esta vida tediosa
no era digna de tal cosa.
Dante y Beatriz, por el pintor prerrafaelista Henry Holiday, que imagina el encuentro entre Dante y Beatriz en el puente de Santa Trinidad.
Cuando la veo se me nota perfectamente en los ojos, en el semblante, en el color, pues así tiemblo de miedo como hace la hoja contra el viento. No tengo ni el juicio de un niño: tan sobrecogido me tiene el amor; y de un hombre conquistado de tal suerte, una señora bien puede tener gran misericordia.
Excelente señora, nada os pido, tan solo que me toméis por servidor, que os serviré como a un buen señor, cualquiera que sea el premio que tenga.
No canto por pájaro ni por flor, ni por nieve ni por helada, ni tampoco por frío ni por calor, ni por el reverdecer del prado; ni canto ni fui cantor por ningún otro alborozo, sino por mi señora, a quien sirvo, pues es la más hermosa del mundo. (…)
Gran honor conseguiré, señora, si me otorgáis el honor de que os pueda, bajo colcha, abrazar desnuda. Vos superáis cien veces a las mejores _ y no me vanaglorio_ ; solo pensarlo me hace tener el corazón más gozoso que si fuera emperador.
Hago de mi dama dueño y señor, cualquiera que sea mi destino. Y pues yo bebí amor, os he de amar en secreto.
(Durenga en M. de Riquer, Los trovadores)
El amor cortés, ese invento de los trovadores, como defiende Javier Rodríguez Marcos en este artículo que comentaremos en clase, nace en la Edad Media a partir del siglo XI. En esta época, en el sur de Francia, aparece en las cortes la poesía trovadoresca en lengua provenzal (occitano o lengua de oc) que ilustró a la perfección los valores feudales y que fue imitada en toda Europa. Es cultivada por trovadores que desarrollaron los principios del amor cortés.
La teoría del amor cortés supone una concepción platónica y mística del amor, que se puede resumir en los siguientes puntos:
Origen cortesano de la Dama, ella reside y se encuentra en un lugar físico determinado, corte señorial, castrum o burgo, pertenece a la élite urbana.
Total sumisión del enamorado a la dama (por una transposición al amor de las relaciones sociales del feudalismo, el enamorado rinde vasallaje a su señora). Esto origina el «sufrimiento gozoso».
La amada es siempre distante, admirable y un compendio de perfecciones físicas y morales.
El estado amoroso, por transposición al amor de las emociones e imagineríareligiosas, es una especie de estado de gracia que ennoblece a quien lo practica.
Los enamorados son siempre de condición aristocrática (aunque también es común que el enamorado sea de condición social más baja que la amada).
El enamorado puede llegar a la comunicación, con su inaccesible señora, después de una progresión de estados: suspirante (fenhedor, en occitano), suplicante (precador), oyente (entendedor) y amante (drut).
Se trata, frecuentemente, de un amor adúltero. Por lo tanto, el poeta oculta el objeto de su amor sustituyendo el nombre de la amada por una palabra clave (senhal) o seudónimo poético.
Leonor de Aquitania no es una excepción en la Edad Media, hubo otras mujeres que también destacaron en esta época, aunque no hayan pasado a la historia. En este pequeño documental se da cuenta de ello:
El novelista Ken Follett acompaña a los espectadores en un recorrido por la Edad Media, centrándose especialmente en la peste negra y en algunas mujeres clave. La monja Hildegard von Bingen o Juana de Arco son algunas de las figuras que se presentan en el mismo.
Hay que resaltar también el ROMAN DE LA ROSE, obra de dos autores: Guillermo de Lorris, que la inicia a principios del siglo XIII, y Juan de Meung, que la finaliza en los últimos años de ese mismo siglo. Ofrece la conquista de una joven de unos quince años, doncella y soltera – frente a las damas casadas de los trovadores –.
La materia de Bretaña tuvo mucho eco en la literatura gallega. Una muestra de ello son los títulos que encontramos en nuestras letras que nos remiten a las leyendas del ciclo artúrico. Di Xose Luis Méndez Ferrínaquí que » como gran parte dos autores do século XX, teño unha gran receptividade cara á literatura medieval, non en balde a nosa cultura floreceu na Idade Media e no Renacimiento entrou nun ocaso longo e triste.
Moitos vimos o tema do rei Arturo e o ciclo bretón como un espazo onírico cargado de sentido, unha mitoloxía útil para comprender o noso tempo, os mecanismos da esperanza colectiva. As lendas irlandesas e galesas transmitidas a través do ciclo artúrico de Chrétien de Troyes tiveron unha enorme repercusión aquí, desde Ramón Cabanillas e Álvaro Cunqueiro a Manuel Rivas e Darío Xohán Cabana. Ese mundo foi recreado desde a máis rabiosa e belixerante contemporaneidade. Esa mestura entre o medieval e a vangarda, unida á reflexión sobre o tema da dependencia, está moi presente en parte da miña obra e na doutros autores, pasados e actuais»
Ramón Cabanillas, en su obra Na noite estrelecida, galleguiza el mito y sitúa la espada en Sálvora, el Grial en O Cebreiro y el propio Arturo aparece como un caballero sumido en un sueño: la nueva gloria de los pueblos celtas. El mismo autor publicó O cabaleiro do Sant Grial.
En otras ocasiones, la materia de Bretaña es tomada como pretexto para desarrollar nuevas tramas. Así ocurre en la novela negra A procura do falso Grial de Manuel Forcadela.
envolveito en brancuras recendentes de liño,
ollos gazos, profundos, longa barba florida,
cingue a fronte coas hedras da coroa druída
e na man, que reloce como un lirio bendito,
ten a fouce de ouro do litúrxico rito;
a fouce segadora da mandrágora, ao raio
de feitizo e de agoiro dos luares de maio.
É Merlín o profeta, o celta armoricán,
dos silfos e das umias ollado por irmán,
sabedor dos encantos e os máxicos conxuros,
das virtudes das herbas e dos fados escuros,
que nos claros dos bosques e os baixíos costeiros
aprendeu a divina linguaxe dos luceiros;
o bardo das idades, o da secreta ciencia
que a terra fixo súa, impóndolle obediencia
ás augas da riada, aos rochedos do cume,
ás nubes da tormenta, á ardentía do lume.
Impoñente, amosando nativa maxestade,
na mirada un sereno claror de eternidade,
ten os pés -cruz de ouro, folla núa afiada-
sobre o manto da neve unha fúlxida espada.
Aceiro puro e virxe das entrañas da terra,
cos lumes siderais das estrelas en guerra
nas fragas treboantes dos lóstregos forxado,
que no dolmen batido e no Xordán templado,
foille dado a unha raza de homes sans e valentes,
cabeceira de pobos, guiadora de xentes,
para impór unha ciencia, sinalando o camiño
que por riba dos tempos leva ao triunfo diviño.
¡Oíd! Yo conozco la fama gloriosa
que antaño lograron los reyes daneses,
los hechos heroicos de nobles señores. (…)
En la Edad Media el héroe es un caballero, un guerrero que debe combatir por tres valores fundamentales: el cristianismo, el amor y su patria. El héroe puede ser un señor feudal importante y poderoso o un caballero que se inicia en las armas, pero el distintivo fundamental de ambos será el valor y la defensa del código del honor. Perteneciente al estamento noble deberá proteger a los otros dos estados de la sociedad: el clero y el campesinado. El héroe es elegido por designación divina y se destaca por encima de los demás hombres.
La épica europea se divide en ciclos que cuentan epopeyas centradas en las hazañas de unos héroes particulares, generalmente en torno a los orígenes de un pueblo. Tienen un carácter nacional y representan a la colectividad. Los héroes más conocidos son:
Es memorable el uso de esta pieza en Apocalypse Now (1979), de Francis Ford Coppola, donde acompaña la «cabalgata» de unos helicópteros estadounidenses atacando un poblado vietnamita
La literatura heroica de los cantares de gesta tuvo su vertiente culta en conjunto de relatos que configuran la literatura caballeresca.
Frente al anonimato propio de la épica, la firma del autor aparece en los romans (novelas). El nuevo género “roman courtois” (novela cortés) posee una mayor complejidad narrativa que los poemas épicos. Nace para ser leída y está destinada a la corte. El asunto bélico casi exclusivo de los cantares de gesta se amplía, añadiéndose el tema amoroso y las aventuras inverosímiles. Lo maravilloso y lo irracional aparece con frecuencia en la trama, así que magia y los encantamientos se integran en el relato con toda normalidad. En cuanto al héroe, este se caracteriza por perseguir la gloria y por defender siempre ciertos valores: elegancia, fuerza física, generosidad, valentía, sacrificio, culto al amor (que se convierte en adoración casi mística a la dama) de modo que no escatimará en realizar todo tipo de hazañas y actas heroicos en aras de la perfección moral. Se trata del antecedente directo del caballero andante, protagonista de las novelas de caballerías_ El libro del caballero Zifar, Amadís de Gaula, Tirant lo blanc_ que parodiará Cervantes en El Quijote .
Los argumentos giran en torno a la “materia de Bretaña”, basada en viejos mitos bretones. Su eje central es el legendario rey Arturo, su corte (los caballeros de la Tabla Redonda, Parsifal y Lanzarote) y sus motivos (el Santo Grial – el cáliz de la última cena–) que inspiran las obras del “Ciclo artúrico”.
Según la leyenda, Arturo, es hijo de Uther, rey de Britania. Estuvo oculto durante su infancia y fue cuidado por Merlín y por sir Hector hasta su adolescencia. Cuando Arturo llegó a los dieciséis años de edad, su padre le llevó junto a sus hermanos a Londres para ver por sus propios ojos, una lucha entre caballeros. Aquello lo impresionó mucho y el joven Arturo pidió a su padre ser algún día caballero. Este lo introdujo como escudero de un amigo suyo. En uno de esos encuentros de caballeros en tierras inglesas, Arturo recibió una motivación única: sacar de un yunque una espada que llevaba años allí y que nadie lograba sacar. Se animó a presentarse y logró liberar la espada de su prisión alzándose con la misma delante de todos aquellos caballeros y nobles que presenciaba aquel momento.Se decía que quien la liberase sería el rey de Inglaterra y el encargado de unificar todos los reinos de la isla. Y así ocurrió.
Poco después Arturo pierde su espada durante una batalla. El mago Merlín lo acompañó a un lago en cuyo fondo había un castillo en el cual vivía una hechicera llamada Nimue, la Dama del Lago. Esta mujer guardaba una espada maravillosa, Excalibur. Arturo le pidió la espada y Nimue se la regaló. Merlín observó la espada mágica : «Guardad bien esta espada» le advirtió al rey, «puesto que mientras la llevéis no perderéis nada de sangre, pero un día llegará una mujer en la que confiáis y os la robará». Y así ocurrió también.
El castillo de Camelot según una ilustración de Gustave Doré
Ya en su castillo de Camelot, Arturo se rodea de los caballeros más valientes y honestos: su fiel amigo Lanzarote , Perceval , Gawain y otros, junto a los cuales funda la Orden de la Mesa Redonda.
La búsqueda del Santo Grial le hizo soñar toda su vida, por el cual luchará incluso contra temidos dragones y animales mitológicos.
Arturo se casó con Ginebra, una noble que vivía cerca al reino de Camelot. Según las leyendas asociadas al mito , Ginebra fue infiel al rey Arturo con Lancelot, uno de los caballeros del rey. La leyenda asocia la infidelidad de Ginebra con Lancelot a la caída del reino de Camelot, ya que tras el desliz de Ginebra con Lancelot, Bretaña cae bajo las invasiones de los bárbaros anglos y sajones. Tal vez por eso sea considerada como un símbolo de la fragilidad de la condición humana y de la perversión.
Mientras tanto, la hermanastra de Arturo , la famosa Morgana había engañado con sortilegios al rey, acostándose en la habitación del rey y haciéndose pasar por Ginebra.
Morgan Le Fay de Spencer Stanhope
Al poco tiempo, Morgana quedaría en cinta, dando a luz al único hijo del rey Arturo, Mordred. Morgana se llevó con ella al niño y lo crió lejos de su padre. Encerrado en un castillo en un bosque secreto, Mordred aprende junto a su madre pociones y magias. Morgana desea que su hijo sea quien mate a su hermano y se corone nuevo rey de Camelot.
Cuando el rey fue informado de los encuentros de su esposa con Lancelot, montó en cólera, los ajustició y se dedicó a perseguir a los enamorados cuando huyeron del castigo. Por entonces, Mordred, que gracias a la magia se hizo un adolescente mucho tiempo antes de lo normal, se apoderaría del trono de su padre. Cuando Arturo regresó, se encontró a Mordred con el que se enfrentó para conseguir el trono en la batalla de Camlann. Mordred y Arturo se enfrentaron a muerte, consiguiendo Arturo matar a su propio hijo. Pero este le dejaría mortalmente herido. Poco tiempo después y solo, Arturo morirá. Su hermanastra Morgana se encargaría de los cuerpos de ambos.
Cuentan que fue Morgana quien ordenó que el cuerpo de Arturo fuera trasladado en barca por las orillas de Avalon y que Merlín lo recogió al otro lado de la orilla.
El roman courtois alcanza su plenitud con el francés Chrétien de Troyes. En El caballero de la carreta narra los amores extraconyugales de Lanzarote y Ginebra. El cuento del Grial(incompleto) se integra el motivo del Santo Grial en la literatura. En una incipiente estructura del contrapunto, Chrétien desarrolla en paralelo los escarceos amorosos del Gawain y las aventuras de Perceval en busca del Grial. La ópera de Richard WagnerParsifalrecrea la historia del caballero.
Los siglos XVI, XVII y XVIII fueron menos abundantes en producción literaria referida a Arturo y sus caballeros. Sin embargo, durante la época victoriana, las leyendas artúricas, en parte como vehículo de la idealización de la monarquía y en parte a causa de la preferencia del Romanticismo por las historias medievales, fueron abordadas por los escritores ingleses, destacando especialmente Alfred Tennyson (1809- 1892). Esta es la versión musical de Lorena McKennitt sobre el famoso poema de Alfred Tennyson «The Lady of Shalott».
Mark Twain, en 1889, publicó Un yanqui en la corte del Rey Arturo, uno de los ejemplos más tempranos de «viaje en el tiempo». Por otro lado, el romance artúrico medieval incluye el concepto de «tierra baldía», asociado a la historia del Rey Pescador: un territorio que no recuperaría su fertilidad mientras no desapareciese la maldición que pesaba sobre él. T. S. Eliot, influido por esta historia escribió una de las obras más relevantes de la literatura inglesa del siglo XX: el poema «La tierra baldía» (1922).
¿Qué es un juglar? El diccionario de la RAE lo define así: En la Edad Media, persona que iba de unos lugares a otro y recitaba, cantaba o bailaba o hacía juegos ante el pueblo o ante los nobles y los reyes. Pero es que los académicos de la RAE no conocen a Crispín de Olot, por eso circunscriben el oficio a la época medieval. Crispín es un juglar del siglo XXI, está vivo y va a venir a vernos para recitarnos textos medievales.
En este vídeo él mismo explica qué es un juglar. Lo hace mejor que yo, por eso lo dejo aquí:
Además, ha creado un Museo del juglar excepcional que será referencia, sin duda, para muchos estudios medievales. A él acudiremos para conocer muchos textos y músicas de la Edad Media.
Era una hermosa mañana de finales de noviembre. Durante la noche había nevado un poco, pero la fresca capa que cubría el suelo no superaba los tres dedos de espesor. A oscuras, en seguida después de laudes, habíamos oído misa en una aldea del valle. Luego, al despuntar el sol, nos habíamos puesto en camino hacia las montañas. Mientras trepábamos por la abrupta vereda que serpenteaba alrededor del monte, vi la abadía. No me impresionó la muralla que la rodeaba, similar a otras que había visto en todo el mundo cristiano, sino la mole de lo que después supe que era el Edificio. Se trataba de una construcción octogonal que de lejos parecía un tetrágono (figura perfectísima que expresa la solidez e invulnerabilidad de la Ciudad de Dios), cuyos lados meridionales se erguían sobre la meseta de la abadía, mientras que los septentrionales parecían surgir de las mismas faldas de la montaña, arraigando en ellas y alzándose como un despeñadero.
Quiero decir que en algunas partes, mirando desde abajo, la roca parecía prolongarse hacia el cielo, sin cambio de color ni de materia, y convertirse, a cierta altura, en burche y torreón (obra de gigantes habituados a tratar tanto con la tierra como con el cielo). Tres órdenes de ventanas expresaban el ritmo ternario de la elevación, de modo que lo que era físicamente cuadrado en la tierra era espiritualmente triangular en el ciclo. Al acercarse más se advertía que, en cada ángulo, la forma cuadrangular engendraba un torreón heptagonal, cinco de cuyos lados asomaban hacia afuera; o sea que cuatro de los ocho lados del octágono mayor engendraban cuatro heptágonos menores, que hacia afuera se manifestaban como pentágonos. Evidente, y admirable, armonía de tantos números sagrados, cada uno revestido de un sutilísimo sentido espiritual. Ocho es el número de la perfección de todo tetrágono; cuatro, el número de los evangelios; cinco, el número de las partes del mundo; siete, el número de los dones del Espíritu Santo. Por la mole, y por la forma, el Edificio era similar a Castel Urbino o a Castel del Monte, que luego vería en el sur de la península italiana, pero por su posición inaccesible era más tremendo que ellos, y capaz de infundir temor al viajero que se fuese acercando poco a poco. Por suerte era una diáfana mañana de invierno y no vi la construcción con el aspecto que presenta en los días de tormenta.
Eu non teño fillos nin fillas, pero si alumnos e alumnas. A eles a elas quero contarlles quen foi Marcos Ana, en palabras de Isaac Rosa:
Cuéntenles a sus hijas e hijos quién es Marcos Ana. Porque de lo contrario, salvo que hayan tenido la suerte de conocerlo en alguna de sus visitas a colegios e institutos, es probable que no sepan quién es. Pese a algunos homenajes y reconocimientos recientes, este jueves eran muchos los que buscaban en Google quién es ese tal Marcos Ana. Y esa ignorancia da la medida de los agujeros que sigue teniendo la memoria colectiva de este país, sobre todo con los antifascistas, y más con los comunistas.
Y si sus hijos no saben quién es Marcos Ana, quizás tampoco sepan que hace ochenta años hubo mujeres y hombres que lucharon contra el fascismo, algunos casi niños, como él. Y que decenas de miles fueron condenados a muerte, fusilados, pasados a garrote. A punto estuvo Ana, condenado a muerte dos veces. Quizás sus hijos han oído algo de la dictadura, pero no conocen cómo eran las durísimas cárceles de la posguerra, donde Marcos Ana se dejó 23 años. Porlier, Ocaña, Burgos. Repítanles la cifra a sus hijos: 23 años. Toda la juventud, entrar adolescente y salir adulto.
Deixou un exemplo de honestidade, de dignidade (que pouco valoradas estas virtudes no século que vivimos!), de compromiso coa liberdade e a igualdade , e unha chea de poemas que puxeron voz aos homes e mulleres presos nas cadeas das prisións franquistas, aos perdedores, aos máis humildes, e a aqueles/as que, coma el, foron árbores a pesar do deserto que viviron e pisaron.
Non vixíes, non controles, non humilles, non fagas dano, no tes dereito.
Non es máis home por deixarme feridas.
“Que insensatez unha muller facendo o que quere consigo mesma!”
A dor das palabras entristécenos a vida.
Non é denunciar solución cando a miña integridade é só unha ilusión.
Non intentes cambiar a miña vida.
Ah! Twiter instalei.
Vivir condicionada.
Non lle fales, pasa del.
Mirábame a través o ordenador con ese sorriso.
Outra mensaxe máis. Borrar.
Non me determina o meu xénero.
Ao outro lado do teléfono de emerxencias non só está a fin dos malos tratos, tamén a vida que deixaches de vivir.
E na pantalla apareceu.
As túas palabras máncanme.
Medo, opresión, abafo. Aire.
Para, para, para xa. Por que o fas? Que che fixen eu? Para.
Sangue pisando a neve.
O amor gáñase con esforzo, non se impón pola forza.
Tristura, dor, soidade, amargura…
Divertíaste moito.
Por que me pasa a min isto?
Pido que ninguén teña que temer a ter vida.
Non entendo por que quedas cos teus amigos… Non me queres. É iso?
Cheos de odio e rabia.
Palabras.
Non as empregues para mancar.
Ollos que miran, mans que atan, voces que matan.
Se ensino o meu corpo non significa que me poidas tocar.
Se non respondo ás mensaxes é que non che quero falar. Déixame.
Nin mortas nin escravas.
Creación colectiva composta polas alumnas e alumnos de Literatura Universal do IES Val do Tea, curso 2016/17 para ler no Acto contra a violencia de xénero celebrado no concello de Ponteareas
Si has llegado a la segunda parte de la novela ya conocerás una parte del pasado de Hanna. Sabrás que fue guardiana en varios campos de concentración de la Alemania nazi y que participó en una de las famosas marchas de la muerte tristemente conocidas.
«(… )A las preguntas del presidente, Hanna confirmó con monosílabos que había prestado servicios hasta la primavera de 1944 en Auschwitz y hasta el invierno siguiente en un campo más pequeño, cerca de Cracovia; que posteriormente se había puesto en camino en dirección oeste con los prisioneros; y que hacia finales de la guerra se instaló en Kassel (…)»
Página 92, El lector
«(…) De Auschwitz conocíamos la puerta principal, con la famosa inscripción «El trabajo os hará libres»
las literas de madera, los montones de pelo, gafas y maletas; de Birkenau, el edificio de la entrada, con su torre, sus dependencias laterales y el hueco para que pasaran los trenes; y de Bergen_Belsen, las montañas de cadáveres que los aliados encontraron y fotografiaron cuando liberaron el campo.
Un prisionero del campo de Bergen-Belsen, después de la liberación, Bergen-Belsen, Alemania, posterior al 15 de abril de 1945. Imagen extraída de aquí.
Conocíamos algunos relatos de prisioneros (, aquí puedes leer una entrevista a supervivientes españoles del Holocausto Nazi), pero muchos de ellos salieron a la luz poco después de acabada la guerra y no volvieron a ser publicados hasta loa años ochenta, pues durante mucho tiempo no interesaban a las editoriales. Hoy en día hay tantos libros y películas sobre el tema, que el mundo de los campos de exterminio forma ya parte del imaginario colectivo que complementa el mundo real. Nuestra fantasía está acostumbrada a internarse en él, y desde la serie de televisión Holocausto y películas como La decisión de Sophie
no solo se mueve en su interior, no se limita a percibir, sino que ha empezado a añadir y decorar por su cuenta. (…)»
Página 139, El lector
Efectivamente son muchísimas, muchísimas las películas que recogieron la durísima vida de los judíos en los campos de concentración. No puedo dejar de citar La vida es bella. Esta es una escena conocidísima de la película. Presta atención a la banda sonora:
Por otra parte, el Holocausto halla reflejo directo en la llamada “literatura de los campos” cuyas obras se sitúan a medio camino entre la novela y el testimonio de los supervivientes del genocidio nazi, que narran sus experiencias en los campos de exterminio. Es el caso del escritor italiano Primo Levi con Si esto es un hombre
Otras obras de la literatura del Holocausto fueron leídas por Hanna durante sus últimos años. Dice el narrador de El lector en la página 191 de la novela: «(…) Me acerqué a la estantería. Primo Levi, Elie Wiesel,Tadeus Borowski, Jean Améry:la literatura de las víctimas y, junto a ellas, las memorias de Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz, el ensayo de Hannah ArendtEichmann en Jerusalén y varios libros sobre los campos de exterminio.(…)»