He aquí un pequeño vídeo sobre la época que vamos a estudiar, el Romanticismo:
Y este explica muy bien los rasgos del movimiento:
Ahora vamos a comentar con detalle cuáles son las características que lo definen:
1_ Defensa de la libertad. Personajes «libres» y rebeldes
Don Juan Tenorio, José Zorrilla:
2_Los sentimientos frente a la razón. Culto al yo (la angustia, el tormento, la soledad)
Las desventuras del joven Werther, de Goethe
«El caminante sobre el mar de nubes», Caspar David Friedrich
3_ Espiritualidad e irracionalismo
William Blake, «El infierno de Dante»
«Dos hombres contemplando la luna» C. D. Friedrich
«Annabel Lee», de Edgar Allan Poe, por Radio Futura:
(Imagen extraída de aquí)
El cuervo, poema del Romanticismo oscuro, obra de Poe, en ilustración de Gustave Doré.
» Una desapacible noche de noviembre contemplé el final de mis esfuerzos. Con una ansiedad rayana en la agonía, coloqué a mi alrededor los instrumentos que me iban a permitir infundir un hálito de vida a la cosa inerte que yacía a mis pies. Era ya la una de la madrugada; la lluvia golpeaba las ventanas sombríamente, y la vela casi se había consumido, cuando, a la mortecina luz de la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos amarillentos y apagados. Respiró profundamente y un movimiento compulsivo sacudió su cuerpo.
(…)
Cuando coloqué mi cabeza en la almohada no dormí, aunque tampoco puedo decir que estuviera pensando. Mi imaginación, espontánea, poseída, me guió, dando a las imágenes sucesivas que crecían en mi mente una viveza más allá de las fronteras usuales del ensueño. Y vi con los ojos cerrados, pero con aguda visión mental, al pálido estudiante de artes profanas hincado al lado de la cosa que había unido. Vi el odioso fantasma de una hombre alargado y entonces, por obra de algunos poderosos motores mostró signos de vida y movimientos torpes, de movimiento semivivo.
(…)
Monstruo odiado ¡Infame asesino! Los tormentos del infierno serán un castigo demasiado benévolo para tus crímenes. ¡Demonio inmundo! ¿Me reprochas que te haya creado? Pues, bien, acércate y extinguiré el brillo de la vida que, en mi locura, supe alumbrar en ti. »
Mary Shelley, fragmentos de Frankenstein o el moderno Prometeo
Trailer de la película dirigida por Kenneth Branagh
4_ Idealismo
—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.
—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.
—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
—¡Oh ven, ven tú! (
Brillante estrella, de Keats
Poema del que Jane Campion cogió el nombre para su película sobre Keats titulada Bright Star (2009), y que escenifica sus tres últimos años de vida. Aquí queda un trailer:
5_ Mal du siècle: sentimiento de incomprensión, de desaliento, de dolor. La desazón y el tormento.
“Llegó la noche y no encontré un asilo,
¡y tuve sed…!, mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!
¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre… ¡El mundo estaba
desierto… para mí!”
Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas
Amé siempre esta colina,
y el cerco que me impide ver
más allá del horizonte.
Mirando a lo lejos los espacios ilimitados,
los sobrehumanos silencios y su profunda quietud,
me encuentro con mis pensamientos,
y mi corazón no se asusta.
Escucho los silbidos del viento sobre los campos,
y en medio del infinito silencio tanteo mi voz:
me subyuga lo eterno, las estaciones muertas,
la realidad presente y todos sus sonidos.
Así, a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:
y naufrago dulcemente en este mar.
«El infinito», Leopardi
«Monje a la orilla del mar» Friedrich
Pero me vuelvo hacia el valle,
a la sacra, indecible, misteriosa Noche.
Lejos yace el mundo –sumido en una profunda gruta–
desierta y solitaria es su estancia.
Por las cuerdas del pecho sopla profunda tristeza.
En gotas de rocío quiero hundirme y mezclarme con la ceniza.
–Lejanías del recuerdo, deseos de la juventud, sueños de la niñez,
breves alegrías de una larga vida,
vanas esperanzas se acercan en grises ropajes,
como niebla del atardecer tras la puesta del Sol–.
En otros espacios abrió la Luz sus bulliciosas tiendas.
¿No tenía que volver con sus hijos,
con los que esperaban su retorno con la fe de la inocencia?
Fragmento de Himnos a la noche, de Novalis. Aquí puedes escuchar a Bach y leer el texto:
6_ Rechazo de la realidad
1_ Refugio en la Naturaleza, reflejo, a veces del alma o de los deseos del poeta. A menudo virgen, solitaria, embravecida.
«Las hojas del bosque», Friedrich
«El paso de Gotardo», William Turner
(Lámina extraída de aquí)
«Aníbal cruzando los Alpes», William Turner
2_ Evasión en el espacio
«Odalisca con esclava» de Ingres
«La muerte de Sardanápalo», de Delacroix
Una vela solitaria blanquea
en las brumas azules del mar.
¿Qué va buscando en el país lejano?
¿Qué dejó atrás, en la tierra natal?
Juegan las olas, el viento solloza,
se dobla el mástil, la madera cruje.
¡Ay! Ella no busca la alegría, ni busca la felicidad que huye.
Abajo, la corriente de zafiro;
rayos de sol dorado en lo azul.
Pero ella, rebelde, pide tormentas,
cual si en las tormentas hubiese quietud.
(Lermontov, “La vela”)
3_ Evasión en el tiempo: la Edad Media, Grecia y Roma. Las ruinas.
Friedrich, «Abadía en un bosque»,
Trailer de «Los miserables», de Víctor Hugo
4_ La muerte. El suicidio.
Por Giacomo Leopardi
Descansarás por siempre,
cansado corazón. Murió el engaño
que eterno yo creí. Murió. Bien siento
que de amados engaños,
no sólo la esperanza, el ansia ha muerto.
Reposa ya. Bastante
palpitaste. No valen cosa alguna
tus afanes, ni es digna de suspiros
la tierra. Aburrimiento
es tan sólo la vida, y fango el mundo.
Cálmate. Desespera
por una vez. A nuestra especie el hado
sólo nos dio el morir. Desprecia ahora
a Natura, al indigno
poder que, oculto, impera sobre el daño,
y la infinita vanidad del todo.
3 de noviembre
Sólo Dios sabe cuántas veces he dormido con el deseo y la esperanza de no despertar. Y al siguiente día, abro los ojos, vuelvo a ver la luz solar y siento de nuevo el peso de la miseria.
¡Ah! Si yo fuera un caprichoso, podría descargar en el mal tiempo, en una tercera persona, en una empresa fracasada, la culpa de mi disgusto y el insoportable fondo de mi desolación sólo pasaría sobre mí a medias. Por desgracia, comprendo que la culpa es sólo mía. ¡La culpa! No. Bastante es ya que lleve en mí la fuente de todos los dolores, como hace poco llevaba el manantial de todos los goces. ¿No soy siempre aquel que antes se deleitaba con los más puros goces de una exquisita sensibilidad, que a cada paso creía descubrir un paraíso, y cuyo corazón, abierto a un amor ilimitado, era capaz de abrazar al mundo entero? Este corazón está muerto ahora, cerrado a todas las sensaciones; mis ojos están secos y mis acerbos dolores, que no tienen salida, llenan de prematuras arrugas mi frente. ¡Cuánto sufro! He perdido ese don del cielo que, por sí solo, embellecía mi vida, esa fuerza vivificante que me hacía crear mundos alrededor de mí. Cuando desde mi ventana contemplo el horizonte y tras la cumbre de las colinas el sol disipa las brumas matinales y desliza sus primero rayos hasta el fondo de los valles, mientras el sosegado río corre mansamente hacía mi, serpenteando entre los viejos troncos de los sauces desnudos; este admirable cuadro, ahora inanimado y frío como una estampa de color; este espléndido espectáculo, que otras veces ha hecho desbordarse a mi corazón, no vierte ahora en él una sola gota de entusiasmo o conformidad. Ahí esta el hombre inmóvil; árido, frente a su Dios, siendo un pozo vacío, una cisterna, cuyas piedras se han roto con la sequía. Muchas veces me he arrodillado para pedir lágrimas al Señor, como el labrador implora la lluvia cuando ve sobre su cabeza un cielo rojo y a sus pies, la tierra que muere de sed. Pero, ¡ay!, Dios no concede la lluvia ni el sol a nuestros ruegos importunos. ¿Por qué aquel tiempo, cuyo recuerdo me mata, era para mí tan feliz? Porque entonces yo esperaba confiado que el cielo no me olvidaría y recogería las delicias con que me embriagaba, en un corazón lleno de reconocimiento.
Las desventuras del joven Werther, Goethe
7_ Nacionalismo
Los románticos se interesaron por la diferencia y por las peculiaridades culturales y nacionales de cada pueblo. Los hermanos Grimm investigaron en la literatura tradicional y recogieron los cuentos orales que se contaban en la Alemania del siglo XIX (probablemente fuesen los mismo, aunque con variantes, que se narraban aquí). Si quieres conocer su secreto puedes ver la película El secreto de los hermanos Grimm. Aquí queda un trailer de la misma:
Y algunos de sus cuentos recogidos (muchos los recordarás de tu infancia) están agrupados aquí.
Imagen extraída de aquí. Si pinchas encontraras un interesante artículo sobre la obra de los hermanos.
Por otro lado, en el Romanticismo se lleva a cabo un resurgir de lenguas y literaturas «olvidadas», desprotegidas y rechazadas siglos antes por asuntos políticos o económicos. Es el caso de nuestra lengua, el gallego, y el Rexurdimento. Este poema, ¿te suena?