Te llamaré Viernes

En 1719 se publica Robinson Crusoe escrita por Daniel Defoe. Se trata de una autobiografía ficticia inspirada en la historia real de un marinero escocés que naufragó en el archipiélago de Juan Fernández (Chile). Estas islas se conocen con el nombre de Robinson Crusoe.

La magnífica editorial Mediavaca ha publicado un hermosísimo álbum ilustrado que recoge la historia del naúfrago sin texto, solo con imágenes.

El protagonista es Robinson, un rico comerciante inglés, único superviviente de un naufragio, que ha de superar todo tipo de adversidades en una isla desierta. Se cuenta cómo, tras sobreponerse a la desesperación inicial, Robinson construye un hogar, caza animales y cultiva la tierra; todo ello mientras lee la Biblia y escribe un diario. La aparición de Viernes, al que Robinson ilustra y convierte al cristianismo, permite al autor reflexionar sobre la educación y la razón, la religión, la soledad o el sentido de la vida. La idea central de la novela es el sometimiento de la naturaleza por parte del ser humano, que, por medio de la razón, el esfuerzo y el trabajo, puede civilizar el entorno y construir un sistema de producción rentable y ordenado.

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Un mapa de la isla de Robinson extraído de aquí.

En definitiva, esta obra recoge la concepción del hombre moderno, capaz de hacerse a sí mismo y de transformar, con esfuerzo e inteligencia, su entorno. Por otro lado Viernes es un indígena que anticipa el ideal del buen salvaje que años después definirá Rousseau. El filósofo imaginó al hombre en su estado primigenio como un ser incorrupto, justo y pacífico. El “buen salvaje” vagaba por la naturaleza, carente de domicilio y en paz con sus semejantes hasta que las terribles desigualdades que hubo de afrontar como consecuencia de la vida en sociedad, “del dominio del hombre por el hombre”, despertaron en él su notable perversidad.

Dice aquí Luis Landero que «a ser posible esta novela hay que leerla en una tarde desapacible de invierno, cuando el hogar recupera su condición originaria de refugio frente a las amenazas de un mundo siempre hostil. (…)». No sé si llegaremos a tiempo, porque el invierno se acaba, pero esperemos que haya tarde desapacible para que la leas, pues es una de las lecturas optativas.

Nunca una película compensará un libro, pero aquí queda un trailer de una de las adaptaciones cinematográficas de la obra:

Y si te enganchas, al libro o la peli, y quieres saber más de Viernes puedes leer Viernes o la vida salvaje de Michael Tournier. Y tal vez puedas decir, como Almudena Grandes: Te llamaré Viernes.

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